Hoy es el día para recordar que vivo en un país y en un siglo privilegiado. Hay democracia y las leyes amparan la igualdad de sexos. Ya sé que en la práctica todavía hay mucho que hacer, pero escribo hoy para honrar a todas las mujeres que nos precedieron; que con su día a día sacaron sus familias adelante en desigualdad. Y por las que no tienen todo lo que aquí disfrutamos; por las que le dan voz y lugar en el mundo.
Siguiendo la filosofía autosufuciente, la igualdad empieza en casa. Cada uno de mis hijos (hija e hijo) son responsables de sus cosas, y las labores de zonas comunes se adaptan a las capacidades de cada uno de la familia. Cuando eran pequeños no hicimos nunca responsable a la hermena mayor del menor. Y tienen el ejemplo de sus padres: es muy normal en esta casa que el padre limpie y cocine, mientras la madre bricolagea.
Porque hay más mundo que este país:
http://www.un.org/es/events/women/iwd/2011/
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